Por segunda ocasión, Roberto Biurrun y Burghard Meyer empacaron sus utensilios de trabajo y volaron a Brasil. Allí, entre el 24 de Octubre y el 25 de Noviembre, esperaban ansiosos los equipos que laboran en ocho cervecerías del mayor grupo cervecero de la región.
En esta ocasión, la cantidad de cervecerías a auditar para recibir la certificación de acuerdo al cumplimiento de la ley de la pureza alemana se duplicó. Así pues, además de las cervecerías recertificadas de Rio de Janeiro, Piraí, Pernambuco y Lages, se prepararon para el detallado examen las cervecerías de Jacareí, Fortaleza, Jaguariuna y Uberlandia.
En un total de cuatro semanas, los auditores de VLB recorrieron 14.500 Kilómetros de Brasil. Por si fuera esto poco, en cada cervecería se caminaron a diario un promedio de 5 kilómetros, revisando de manera minuciosa todo el equipo instalado, la documentación involucrada y el proceso de elaboración en sí.
Al finalizar cada auditoria, un ansioso equipo de empleados y sus líderes esperaban los resultados. De manera exitosa, las 8 cervecerías auditadas recibieron la certificación, es decir, no hubo ninguna “no conformidad”. Igualmente, en las reuniones de cierre, en un ambiente jovial de discusión, las recomendaciones y oportunidades de mejora compartidas por parte los auditores de VLB (no solamente inherentes a los puntos certificados), fueron bien recibidas por las cervecerías.
Burghard Meyer: “Fue reconfortante ver como las cervecerías que visitamos por segunda ocasión, implementaron las recomendaciones que hicimos en la visita del año pasado, esto independientemente que fuesen cosas relacionadas con la auditoría en sí”. Por su parte, Roberto Biurrun señaló: Siempre es interesante el ver cosas como un alto nivel de uniformidad de procesos, pero aún más es poder comprobar el gran compromiso del personal de cada planta auditada.
La “Reinheitsgebot” (también conocido como Ley de Pureza alemana), es un edicto de 1516 que se creó originalmente en el sur de Alemania, es decir, en Baviera. Limita el uso de materias primas para la producción de cerveza al agua, malta, levadura y lúpulo. Todavía está en vigor para las cervezas elaboradas en Alemania para el mercado nacional.
Las cervecerías auditadas, ahora exhiben sus certificaciones, las cuales tienen una validez de un año.
El joven equipo de elaboración de Pernambuco, dirigido por Flavia Picolotto (graduada en VLB Berlín) sonríe luego de ser recertificados
Los auditores Burghard Meyer y Roberto Biurrun verificando el proceso de elaboración en una de las plantas auditadas